Editorial de PALESTINA HOY 29 de marzo 2015 por: ABDO TOUNSI - TUNSOL
Las noticias: “TVE no renueva a Yolanda Álvarez, su corresponsal en Jerusalén a la que Israel acusó de apoyar a Hamás / Un diputado del PP celebra la destitución de la periodista a la que Israel acusó de estar con Hamás / Yolanda Álvarez: “El aparato de propaganda al servicio del Gobierno de Israel nos acosa a diario””
Yolanda sin pensarlo dos veces vuelve sobre sus pasos y encuentra el manto de colores, el que levanta, estando otra vez frente a la puerta del dibujo de la playa y el enorme espejo.
Eran las doce del mediodía cuando sonó el teléfono de Yolanda y desde el otro lado del hilo, una voz creíble le invitó ir a su despacho, ella sin más y alucinada por la voz de su interlocutor acude y llama a la puerta. Al entrar, encuentra a un enorme conejo blanco sentado en el sillón de su jefe, no podía creerlo pero el conejo le habló y le dijo: “Yolanda tu nuevo destino, es un país en guerra, prepara tus cosas que te vas”. Sin poder articular una sola palabra, se ve inducida por la voz creíble del conejo, se da la vuelta y solo encuentra la puerta de un armario que se abre y entra…
Una luz deslumbrante le abre un camino entre flores y gente alegre… oye voces de lejos provenientes de nubes matinales… “…Hola Yolanda, bienvenida a Teltrolas”. Mira a su alrededor y encuentra a un camaleón sonriendo, moviendo la cola en señal de cariño. Se siente atraída por él y le acaricia, cuando de repente una lagarta se lanza y le muerde la mano. Yolanda asustada sigue su camino y en un rincón encuentra a muchas personas alucinadas como ella y con los ojos de plato mirando los colores tan vivos de las cosas que les rodean. Algunos se atreven a tomar fotos, otros escriben en sus blog de notas describiendo las maravillas del lugar.
Cansada de tanto mirar a su alrededor y como buena reportera se pone a examinar las cosas, se desliza por debajo de un manto de colores y encuentra una puerta con una luz roja de alarma; a primera vista parece un laboratorio, pero resulta que en la puerta hay un dibujo de una playa y al fondo un enorme espejo que refleja una aldea de casas derruidas y de aspecto siniestro. La curiosidad le mata y su ansiedad de descubrir aquello le hace decidir a entrar… Una vez dentro y frente a una cortina de color negro, encima de su cabeza una luz roja de alerta que gira y gira sin parar, le entra la duda sobre el sitio y en un intento de darse la vuelta, la plataforma donde pisaba gira y le devuelve a un paisaje de colores vivos con un sendero lleno de leyendas sobre Historia, ciencias, tecnologías… Tomando nota de todo aquello manda sus crónicas a su jefe, del que solo recibe alabanzas por lo bien que está pudiendo contar las impresionantes leyendas de ese país en “guerra”.
De un sendero tras otro, Yolanda se encuentra entre mil cosas que contar sobre ellas a su jefe y así lo hace, día tras día… sigue contando el monográfico tema de ese país en “guerra”. Pero no pudo olvidar su experiencia de aquel día cuando entró en aquella puerta misteriosa. Comiéndose el coco de cómo poder volver a encontrar aquella puerta y descubrir lo que hay detrás de aquella cortina negra, escribe a su jefe y le cuenta lo que le sucedió. A su jefe le llega la nota con un mensaje a pie de la nota que dice: “amigo, si su empleada atraviesa la cortina nosotros no respondemos de lo que le pueda pasar”. El conejo que resultó sacado de la chistera de un mago que había acudido a pedir trabajo, cree que el mensaje era cifrado y entendiendo lo contrario, le manda su autorización a entrar en aquel sitio misterioso.
Yolanda sin pensarlo dos veces vuelve sobre sus pasos y encuentra el manto de colores, el que levanta, estando otra vez frente a la puerta del dibujo de la playa y el enorme espejo. Esta vez y sin esperar a que gire la plataforma abre la cortina y entra. Lo primero que siente está debajo de sus pies, es un charco de líquido rojo que manaba de un espejo, se acerca y lo toca…Zaaaaaaaaaaaas le arrastra una mano formada de este líquido y la mete dentro del espejo.
Durante unos minutos Yolanda pierde la noción y se queda sentada en el suelo sin moverse, pero los ruidosos sonidos del lugar le despiertan, encontrándose entre escombros y niños a su alrededor que le dan un vaso de agua, toma el vaso y toma un sorbo sin ver con nitidez lo que hay en este sitio, el que se parece a un sitio que tiempos atrás una amiga le escribió sobre él. Se levanta y una niña le agarra la mano y le conduce a un edificio medio derruido y oliendo a humo. La niña junto a otros niños desnutridos y con ropajes rotos, le invitan a entrar. Yolanda se encuentra rodeada por niños, mujeres y ancianos que le dicen: “Yolanda, tú que vienes del otro lado del espejo por qué no nos cuentas lo que hay allí”. Asombrada del estado en el que se encuentran estas personas, toma fotos y acepta sentarse sobre el suelo lleno de cascotes, un anciano le prepara un sitio y se sienta. Lo primero que se le ocurre es preguntarles en qué sitio se encuentra, ellos le dicen; que el sitio es una cárcel al aire libre que está en una zona que se llama desde la antigüedad “Gaza”. Entonces se acuerda de las cartas de su amiga Isabel y decide preguntar: ¿Entonces Uds. son los que se han quedado atrapados en la leyenda de Palestina histórica?... Yolanda manda notas describiendo el lugar y la vida de su gente, el conejo las hace salir al aire, dejando al personal asombrado, pensando que el ente público ha alcanzado su madurez informativa en un Estado democrático.
Al verse rodeado por el personal de seguridad, el mago recoge su conejo y su chistera y se marcha de aquel despacho al que entró por equivocación. Mientras tanto el jefe de Yolanda vuelve de un viaje donde asistió a una convención de amigos de Binarel. Revisa las notas y se encuentra con la última de Yolanda, entonces, sin pensarlo dos veces y fiel a lo que le habían contado en el seminario de los amigos de Binarel, decreta que Yolanda no está en el sitio adecuado y que debe regresar.