Crónicas de Álvaro Herráiz desde Gaza
27 de octubre 2013
El Campo de Refugiados de Sha'ate, situado frente al mar en la misma Ciudad de Gaza, representa una de las imágenes más objetivas y centralizadas de la situación de la Franja de Gaza.
La población se dedica en su amplia mayoría al gremio de la pesca, por lo tanto, gran parte de tantísimos testimonios que podemos recoger de pescadores disparados o/y heridos, proceden de esta zona. A parte del bloqueo presencial de la ocupación respecto a las oscilantes 3 y 6 millas hasta donde se permite pescar, se une el alto precio del carburante y la continua incautación de herramientas como lanchas, además del destrozo de motores tras recibir disparos de gran calibre.
Mayoritariamente, los habitantes de la zona proceden de territorios ocupados por la entidad sionista en 1948 y 1967, habiendo perdido sus tierras, casas y pertenencias, limitándose a vivir en condiciones infrahumanas.
Durante los períodos de guerra, en 2008 y 2012, partiendo de unas condiciones precarias de vida, ha sido uno de los territorios más castigados por aire y tierra, dejando multitud de fallecidos y desastres materiales.
Ante esta situación, ni la Comunidad Internacional ni la UNRWA se cercioran respecto a los problemas que internamente se viven día tras día. Si en la Franja de Gaza hay un límite del uso eléctrico, se suma la falta de agua potable y la necesidad de comprarla dificulta aún más la situación de quienes gracias a la ocupación, han perdido todo instrumento de vida para intentar sobrevivir en la ardua tarea que significa ser palestino o palestina en un imperio de los estados dominado por gobiernos y adeptos filoterroristas.
Ibrahim Qudaih
Nos muestra el lugar donde se encontraba su esposa e hijas el 8 de Abril de 2011. Donde las fuerzas de ocupación del artificial estado #sionista de “Israel” lanzaron un misil que dejó dos mujeres heridas y otras dos, fallecieron.
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