Un café a la manera de Mahmud Darwish
Te escribo amigo Ahmed mientras tomo mi café matinal, lo tomo con pausas como Mahmud Darwish… ¿Qué me cuentas Ahmed? ¿Todavía preparas el café como él e intentas que salga igual? O tal vez te has olvidado del aroma del café árabe y ahora lo tomas descafeinado en su lugar… Sabes Ahmed, muy pocos de las nuevas generaciones aquí en el campamento conocen quién es Mahmud Darwish, bueno son pocos algo es algo, mejor que nada. Tampoco hay entre ellos que sepa quién es Edward Said, no hay entre nosotros quien hable de los muertos, preferimos los vivos.
La semana pasada nos visitó un grupo alemán recién llegado a Palestina. Pasamos junto a ellos por la tienda de Abu Daoud ¿Lo conoces? ¡El aroma del café mezclado con cardamomo llenaba los callejones como siempre Ahmed! Me comentaron que ese olor es el de Palestina. Parecían muy seguros de lo que comentaban, ¡saben más que yo! Palestina sigue siendo mi sueño. ¿Qué me cuentas? ¿O es que realizar tu sueño de emigrar a Alemania te ha hecho olvidar Palestina? ¿Qué me cuentas de las rubias de Europa Ahmed? ¿Sigues persiguiéndolas? ¿Qué, persistes en convencerles que nuestra cultura es la mejor? ¿O has caído ya en el amor de alguna de ellas? (Bueno enamorarse no es malo)
Tu hermano Husein ha caído y ya tiene el anillo en su dedo. ¿Tiene ya más de 20 años? ¡No me lo puedo creer! ¿Te acuerdas cuando nos servía de mensajero entre los callejones? Era un niño entonces. ¿Por qué no temíamos que se perdiera por los callejones? la distancia era considerable entre nuestras casas… Solo era salir de mi casa a la izquierda estaba la peluquería de Al-Haik y después pasando por la casa Wael (a propósito está en África) A la derecha y cerca de la casa de Abu Al-Abed (que ya se ha casado por tercera vez) pasando por el café de Saleh (con muchas arguiles, cada vez más) después tu casa y su escalera estrecha (Hombre, era una tirada hasta llegar a ella)
Al parecer nos hemos acostumbrado a los callejones y los vivimos… ¡Claro, llevan nuestras esperanzas y sueños, nuestras iras y nuestras desesperaciones! ¿¡También hemos oído las historias de la gente detrás de los muros finos, queramos o no queramos!? El amigo Husein no solo está enamorado, sino también apoya a los enamorados, para no estar él solo… Así que abrió un comercio al principio del campamento, frente al cine Al-Sharq (que ahora es supermercado) Husein vende regalos para los enamorados: Perfumes, rosas rojas, Kufiyas (se venden mucho) están de moda y ahora las hay de colores: Azul, rosa, violeta, amarillo… ¿¡Te puedes imaginar Ahmed una REVOLUCIÓN VIOLETA!? ¿Será para el amor o para la libertad? ¿O puede que cambie nuestros tejados de zinc a cemento? Estamos bien, todavía tenemos esperanzas y sufrimientos… Cuéntame ¿Qué hay de tu vida?
A propósito, me estoy volviendo loco ¿Cómo pudisteis subir el frigorífico a tu casa siendo la escalera tan estrecha?… ¡Era un milagro!
Escrito en árabe por: ALaá Elali
Traducido al Español por: Abdo Tounsi
24/11/2011
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