El Blog — المُدونه

اهلاً و سهلاً بكم على مدونتي هذه و التي ارغب من خلالها إنشاء نقطة نشر و تواصل لكل ما يُنشر او يُنتج من خلال مواقع النشر الإفتراضيه و الميدانيه، و التي انا و فريق من الاصدقاء نقوم باعدادها على كثير من المحافل و المواقع

Bienvenidos a mi blog, que deseo convertir en punto de convergencia de difusión y comunicación de todo lo que se publica y se reproduce en los distintos sitios eales y virtuales, donde yo y un grupo de amigos las laboramos en varios ámbitos


lunes, 23 de diciembre de 2013

De las sandalias a las botas

image

Mundo - Cultura y Espectáculos – Tecnología – Salud – Ciencia – Medio ambiente – Sociedad

Editorial de PALESTINA HOY 22 de diciembre 2013 Por: Abdo Tounsi – TunSol

De las sandalias a las botas

De las sandalias a las botas

Las noticias: “Palestina en el Sanatorio Marítimo, el belén de la institución gijonesa, compuesto por 125 piezas, forma parte de la tradición navideña más arraigada en la ciudad”

Luján PALACIOS  nació allá por el año 1945 de la mano de los Hermanos de San Juan de Dios, como una forma de hacer más llevadera la estancia en el Sanatorio Marítimo, a los niños enfermos de poliomielitis. Apenas unas pocas figuras en la sala donde permanecían hospitalizados los pequeños con las que, sin saberlo, se estaba instaurando una de las tradiciones invernales de la ciudad. No hay Navidad sin visita previa al belén del Marítimo.

Belenes que llenan las casas, los hospitales y las estancias públicas en muchos países del mundo, nos recuerdan que hubo un lugar donde nació la esperanza para la hermandad entre los seres humanos, un lugar que fue el hogar para la concordia y la paz. Belén, esa ciudad que solo se acuerda el mundo de ella en Navidades o cuando una persona importante la visita. ¿Pero qué pasa con el resto del tiempo? Pues nada de nada.

La ciudad de Belén sigue siendo para el mundo un pesebre en un pajar y así se la representa en los belenes navideños, algo natural para conservar el recuerdo de aquel día glorioso para millones de creyentes, un día en el que la palabra que más se repite para honrarlo es la PAZ, un deseo que todos intercambiamos felicitándonos el nacimiento ese día, con la esperanza de alcanzarla. Esa ciudad se ha convertido en el símbolo de esta esperanza, una ciudad que se pensaba que sería la cuna de la paz para siempre como lo fue para el nacimiento de su mensajero.

Ciudades del mundo recuerdan a Belén exhibiendo maquetas de ella tal y como se la imaginan en la época del nacimiento de Jesús de Nazaret, recordando el discurso inequívoco de que solo la paz reinará entre los seres humanos cuando son de buena voluntad “Paz en la Tierra a los hombres de buena voluntad” . Cuestión de aprecio para quienes hacen por ella y por la concordia entre los seres humanos, que a lo largo de la historia han buscado liberarse del mal que nos acecha estando entre nuestras espaldas y nuestros pechos.

No nos es fácil a primera vista liberarnos del mal, porque los malos hacen mucho ruido y mucho daño y parece que nos ganan la batalla, cosa incierta, somos muchos más que ellos, solo que el bien trabaja en silencio. Nosotros seguimos calzando sandalias ligeras pero de buena piel curtida con las manos de gente amante de paz, que no necesita un protocolo escrito para respetar los DDHH, porque es algo innato en nosotros. Innato también lo es el mal en una minoría que agrupa la siniestralidad de la historia del hombre en su forma de actuar, vivir, concebir la vida… no es solo una conducta, es algo más que esto, es una filosofía que abarca sus seres hasta los tuétanos de sus huesos.

Nosotros los de las sandalias vivimos para los demás y para nosotros, una gran diferencia con los de las botas que solo viven para ellos y para hacernos la vida imposible. En su afán de dominarnos no escatiman ningún esfuerzo aunque con ello se lleven por delante la vida de inocentes como los niños. Niños como los de estos hospitales que en estos días les ponemos los belenes y les regalamos juguetes, estos corazones nuestros que andan sobre la tierra dando sus primeros pasos con el cuidado de buena gente.

En Belén como en toda Palestina los pasos de estos niños se abren a duras penas entre:

Botas que pisan la Tierra Santa sembrando la muerte, la destrucción y la desolación.

Botas de gigantes que llevan todo tipo de instrumentos del arte de matar.

Botas que calza el mal en Palestina arruinando la vida en la cuna del eterno mensaje de PAZ.

Botas que dejan sus huellas formando surcos donde corre la sangre de estos niños, a los que no les dejan acercarse a la vida.

Botas que los hipócritas del mundo van limpiando de esa sangre, alegando en defensa propia.

Su calzador lo conoce todo el mundo y en muchos sitios se le rinde honores y colaboración a niveles de Estados, su nombre está asociado al símbolo del dinero y al becerro de oro, su nombre suena y suena para la gloría de Sion-Monstruo hasta alcanzar el séptimo infierno en la tierra gritando “YO SOY ISRAEL”.

 

image

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario