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Editorial de PALESTINA HOY 14 de octubre 2014 Por: Abdo Tounsi - TunSol
La obligación moral de una unión que presume de ser democrática
Las noticias: “La Cámara de los Comunes ha aprobado este lunes por una amplia mayoría una resolución no vinculante que emplaza al Gobierno británico a reconocer a Palestina como un estado, según ha informado la cadena de radiotelevisión pública BBC / La política exterior española, a debate en la UNED / El Gobierno de Suecia anuncia que reconocerá el Estado palestino”
Por lo tanto España que tiene referencias: por historia, por posición geográfica y por trayectoria política, no puede quedarse atrás y tiene la obligación moral de dar este paso, demostrando al mundo árabe que sus lazos con él, no son simples palabras de una retórica literaria.
Europa de las naciones debe reconciliarse con la de los ciudadanos en materia de política exterior, en todas las manifestaciones populares sean socioculturales o sociopolíticas, al ciudadano europeo de a pie le preocupa que su unión de Estados no vaya acorde con los principios de la declaración de los DDHH y la democracia, de allí el resurgimiento de varios grupos sociales de presión y en algunos países como España, ya son partidos políticos que están cambiando el panorama del espectro político.
Las noticias hablan de un movimiento firme e inequívoco en la dirección de un cambio significativo en las directrices de la política exterior de algunos países europeos, hacia la cuestión palestina aunque todavía está en gestación, gracias a factores importantes a considerar: en primer lugar, el claro y manifiesto desprecio por parte del Estado sionista a la vida humana, a los derechos fundamentales y a las leyes internacionales, hecho que genera un malestar entre la población y un incómodo juego político de los Estados; en segundo lugar, se aprecia un cierto temor al estallido social, que ponga en evidencia las equivocadas políticas en materia de DDHH, que cada vez la población europea encuentra que las violaciones de estos principios que se cometen en el mundo, no son solo por parte de países o grupos extremistas, sino también de sus propios países, lo que hace que se aumente la tensión sociopolítica en Europa; en tercer lugar, la crecida población multicultural que está dando una segunda y tercera generación, que no pierde el horizonte con sus raíces, en algunos países europeos están ocupando posiciones en las instituciones estatales, que a través de ellas están empujando hacia un cambio político significativo, ejemplos hay muchos.
El reconocimiento del ESTADO PALESTINO es ante todo una obligación moral, por encima de cualquier consideración política, ya que estaríamos poniendo una pieza clave en un proceso de una injusticia que dura décadas, sin llegar a dar una respuesta a tal injusticia que el mundo fue partícipe en crearla. Décadas de intentos para encontrar una ruta de soluciones aunque hubo muchos intentos, todos ellos fallidos a causa precisamente de la falta de varias piezas en el puzle de un mapa político encastillado y sin salida para una paz justa en Palestina.
El reconocimiento de Palestina como Estado, pondría al menos en teoría fin a las violaciones más evidentes que comete el Estado sionista contra el pueblo palestino, como es el fin de la ocupación de Palestina de 1967. Además daría pasos hacia el obligado cumplimiento de las resoluciones de la ONU en materia humana, léase el retorno de los refugiados o en su lugar la indemnización, también pondría fin a las violaciones de los DDHH, acabaría con el Apartheid y la colonización de Palestina por parte de grupos de colonos extremistas, que no solo obstaculizan el proceso de paz sino que también crean áreas de tensión social para una futura convivencia de dos Estados, una solución que cada día más gente ve inviable, precisamente por el grado al que ha llegado el radicalismo en el Estado sionista.
España debe reconocer al ESTADO PALESTINO y como dice en su último artículo el presidente de la comunidad palestina en España, Marwan Burini, “España tiene la oportunidad de renovar su adelantada posición con el reconocimiento del ESTADO PALESTINO, en sintonía y coherencia con su propia trayectoria exterior”. En referencia a una clara posición de España entre dos mundos, que a veces parecen irreconciliables, pero en el fondo se necesitan mutuamente y como mundos viejos tienen malos y buenos recuerdos. Los sensatos de estos mundos, siempre estarán buscando la armonía que la historia y la posición geográfica nos obliga a conciliar, en una convivencia pacífica por el bien de los dos. Por ello España no puede estar al margen de lo que está pasando en Europa hacia el reconocimiento del ESTADO PALESTINO, los países europeos que menos contacto tienen con el sur del Mediterráneo, están dando los primeros pasos desde hace tiempo en materia de amonestar al menos con ciertas iniciativas al Estado sionista. Por lo tanto España que tiene referencias: por historia, por posición geográfica y por trayectoria política, no puede quedarse atrás y tiene la obligación moral de dar este paso, demostrando al mundo árabe que sus lazos con él, no son simples palabras de una retórica literaria.
Con el reconocimiento del ESTADO PALESTINO, España y la Unión Europea estarían en posición de actuar en sintonía con sus principios democráticos y la carta de los DDHH, un paso que daría una respuesta que la sociedad civil de Europa está esperando desde hace tiempo, para no quedarse en la ridícula posición de un escenario hipócrita, que los ciudadanos reclaman dejar y posicionarse en favor de los derechos inalienables del pueblo palestino. España ha de dejar de tener el complejo de la comparativa con los problemas que surgen en su propio Estado, en temas independentistas, ya que no hay en el mundo dos casos que sean iguales, cada Estado tiene sus propias características históricas y derechos adquiridos como tal.
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