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Editorial de PALESTINA HOY 28 de septiembre de 2012 Por: Abdo Tounsi - TunSol
El río que suena agua lleva
Las noticias: “ONU atenta a nueva petición del Estado palestino”
¿Cómo decirlo para que lo entiendan los Estados que no ven a Palestina donde debe estar entre los Estados independientes y soberanos? Ya se ha dicho por activa y por pasiva que nadie puede poner puertas al campo. Palestina es una entidad nacional dentro de la árabe, quieran o no los sionistas y sus secuaces. Los palestinos son un cuerpo cultural dentro de la cultura árabe, son una entidad nacional aunque no han tenido nunca un Estado propio (en esto son como todos sus hermanos árabes que han formado Estados individuales) pero lo tienen por derecho legítimo de aspiración popular.
Los palestinos son como nuestros Wadis no llevan agua todo el año pero has de dejarles libre el paso para cuando llegan las lluvias, de lo contrario lo inundan todo. Ahora están en compás de espera, y se les oye muy mucho en todas partes del mundo, que lo entiendan bien los sionistas y quien les sigue ciego por el becerro de oro, que EL RÍO QUE SUENA AGUA LLEVA y esta vez y tal y como suena, será un tsunami que llevará por delante todos los obstáculos y a todos los que los han puesto.
194 Es el número mágico para este proceso natural, si lo atienden bien los Estados miembros de la Asamblea General de la ONU, mágico por razones obvias de conseguir primero hacer justicia, segundo dar un paso de gigantes en el proceso de paz en la zona, haciendo aunque sea un poco, que se equipare la balanza de las fuerzas diplomáticas en la ONU, que obligará al Estado sionista a estar en entredicho cada vez que viola los derechos de un Estado reconocido, miembro de la ONU. Permitiendo a Palestina proteger sus tierras de la ocupación y a sus ciudadanos de la opresión sionista.
¿En qué consiste ese temor del Estado sionista y EEUU. ante el reconocimiento del Estado palestino? Pues ni más ni menos, en que se equiparen los dos Estados ante las leyes internacionales que rigen en la ONU y se le conceda a Palestina la defensa como tal, frente a la agresión y la ocupación. Este reconocimiento le plantea un problema serio al Padrino de Israhell, puesto que hasta ahora están tratando a Palestina como territorios ocupados, sin dueño aparente que lo reclame, puesto que Jordania dejó la potestad de Cisjordania a sus dueños legítimos después de tres décadas de confederación, que finalizó con un acuerdo en la Liga Árabe forzado por la prolongación de la ocupación de dichos territorios desde 1967 por parte del Estado sionista. Pero y desde que han ido sucediendo los tsunamis de resistencia armada y de Intifadas del pueblo palestino, la comunidad internacional se ha visto obligada a buscar un modo de negociaciones para acuerdos que culminaron en los de Oslo. Bien, desde entonces han transcurrido casi 20 años, sin ningún resultado sobre el terreno y las palomas de la paz se han muerto todas, alguna de un tiro de gracia después de estar mareada por dar vuelta a la mesa de negociaciones y otras ya directamente fusiladas antes de levantar el vuelo por el negociador sionista, alguna y porque no decirlo ¡se marcharon espantadas por la mala música del Cuarteto!
Palestina hoy, sus aguas crecen y están aproximándose desde los distintos Wadis para juntarse en el gran Wadi “guadalquivir” donde no hay otro remedio que dejarle el paso libre en su cauce natural, tan natural como es el derecho que está reclamando a las naciones del mundo.
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