El boicot a Israel no es antisemitismo
Enviado por: El Consejero Editorial de la Revista PALESTINA DIGITAL Santiago González Comité de Solidaridad con la Causa Árabe
Primero hay lamentar la pérdida de vidas humanas. Todos somos judíos. Hay unos asesinatos aparentemente antisemitas, antijudíos, en Bruselas. Ciertas autoridades israelíes claman contra el antisemitismo señalando la elección de las víctimas y al lugar del crimen, el museo judío. Además, Lieberman, ministro de exteriores de Israel extiende el antisemitismo al boicot pacífico a los productos israelíes.
Hace unos días, el día 15 de mayo de este año, cuando los palestinos recordaban el día de Al Nakba de 1948, cuando fue derrotada la aspiración palestina y árabe, y cerca de 700.000 palestinos fueron expulsados de sus casas y propiedades, dos jóvenes palestinos fueron asesinados por el ejército israelí, a sangre fría, desarmados, cuando protestaban ante un Muro que muerde a la Palestina conquistada en 1967, los actualmente denominados Territorios Ocupados, fueron asesinatos antisemitas. Dos palestinos semitas fueron asesinados por gente que no les reconoce, que considera que deben ser expulsados de su tierra, que no son personas con derechos, no son humanos.
Desde hace tiempo, personas palestinas, israelíes, europeos, judíos, musulmanes, cristianos y gentiles consideran que la falta de empatía ante el sufrimiento palestino y la negación a su derecho a vivir en su propia tierra con dignidad de las autoridades israelíes y la mayoría de la población israelí, impregnadas de antisemitismo hacia los palestinos, se debe corregir. Ese es el motivo de la campaña de boicot: el pedir sanciones a Israel por su política expansionista (la ocupación, las expropiaciones, la esquilmación de la economía palestina) y reclamar que no haya inversiones que favorezcan el mantenimiento de la ocupación. La ocupación es el conflicto. La falta de empatía ante el sufrimiento palestino es antisemitismo. Y esta evidencia es igual de lamentable, la vida humana es preciosa, sea la de un ciudadano israelí o belga. Pero también si es la de una persona que vive en un territorio ocupado militarmente a la que se le quita la dignidad diaria y que no puede vivir, porque no le dejan, con ciudadanía.
Santiago González Vallejo
Comité de Solidaridad con la Causa Árabe
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