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Editorial de PALESTINA HOY 29 de abril de 2012 Por: Abdo Tounsi – TunSol
Gaza, el bloqueo continuo
Hace unos meses parecía que la ONU iba a adoptar una solución condenatoria contra el asedio ilegal de Gaza, cuando un informe intencionadamente malinterpretado, dio al traste con esta posibilidad o al menos el debate, el informe decía para algunos algo así como que el bloqueo era legal, cuando realmente no lo decía; se dio explicaciones pero ya era tarde y tal vez sin acusar a nadie en concreto, podemos afirmar que era intencionada dicha incorrección o confusión.
Bien, la historia juzgará hasta que punto somos los seres humanos culpables de la situación de la franja de Gaza, puesto que todos sostenemos una organización que no es capaz de resolver, no digo sobre el terreno sino como mínimo sobre el papel, un problema moral que atañe a los DDHH que tantos de ellos negro sobre blanco llenan sus estanterías.
Hoy como ayer, como anteayer y desde hace décadas seguimos viendo cómo la fuerza bruta es la que domina la humanidad y que su hidalgo histórico en filosofía y literatura, en definitiva en la esencia de la civilización, se desvanece ante dicha fuerza bruta y se convierte en cenizas que las lleva el viento huracanado del poder, donde el MAL se encarna.
El mismo pesimismo que expreso, es el de un millón seiscientas mil personas que viven en la franja de Gaza, que desayunan, comen y cenan de él todos los días… su estado de ánimo y lo que podría generarse en un despecho hacía la humanidad, hace que la losa de su pesar caiga sobre todos nosotros, ciudadanos de este cruel mundo. Dejar que siga el bloqueo a Gaza es como dejar que tu vecino te encierre en tu propia casa y te restrinja las visitas y los víveres, hemos de sentirlo así, de lo contrario nos convertiremos en rebaños de figuras humanas andantes sin sentimientos ni dignidad.
La historia nos ha enseñado que las injusticias cometidas en masa, generan odios colectivos y guerras que aunque deponen sus furias, sigue ardiendo su fuego debajo de nuestros pies… cada vez que sumamos una injusticia estamos agrandando ese rio de lava que corre debajo de nosotros y amenaza con quemarnos. Nuestra civilización basada en la nobleza de sus intenciones de justicia universal, queda a merced de estas guerras latentes, solo se pueden evitar cuando entre todos hagamos de estas intenciones una realidad sobre el terreno y apliquemos el sentido común de las cosas, lejos de las ambigüedades y las hipocresías.
Gaza nos llama y hemos de acudir a su socorro, porque es un deber humano y derecho de sus ciudadanos. El Estado sionista es el que más condenas ha tenido en la historia, pero todas han quedado en aguas de borrajas, porque el imperio del MAL nos está ganando la batalla. ¿Queremos seguir siendo el rebaño de este imperio?
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