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Editorial de PALESTINA HOY 26 de enero de 2013 Por: Abdo Tounsi - TunSol
El derecho que amenaza la existencia del Estado sionista
Las noticias: “Abbas dice que Israel condicionó la entrada de refugiados en Cisjordania a que renunciaran al derecho al retorno”
“El presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abbas, ha renunciado a pedir al Gobierno de Israel que permita la entrada a Cisjordania a los alrededor de 150.000 palestinos que huyen de los enfrentamientos en Siria, después de que Tel Aviv pusiera como condición que renunciaran a su derecho al retorno.”
EL RETORNO, UN DERECHO INALIENABLE ¡Hasta el gobierno sionista lo reconoce aunque sea implícitamente! Y el pueblo palestino lo sabe, porque siente en verdad su tierra que le fue arrebatada y usurpada a la fuerza. Esa verdad y ese sentimiento pasan de generación en generación. Hay palestinos que nunca pisaron esa tierra, pero ninguno renuncia ni a un palmo de ella ¡Admirable! Conozco palestinos de nuevas generaciones, algunos ni siquiera tienen los dos padres palestinos, pero sienten por igual que el resto de sus compatriotas su derecho al RETORNO… ¡Es una palabra más fuerte que todas las armas nucleares del Estado sionista juntas! Es el arma en derecho que el pueblo palestino posee.
Así que el presidente Abbas debería saber que con su renuncia personal al retorno, ha perdido toda fuerza y carta para poder conseguir los derechos naturales de un ser humano, el derecho a su tierra. Ya ha oído lo que le piden; que el pueblo palestino renuncie como él al retorno y como político él sabrá el porqué.
Los que idearon ese Estado abyecto llamado “Israel” creían que venían a una tierra con dos beduinos y un par de burgueses, que a los primeros se les echa y a los segundos se les compra, pues resultó que Palestina era y es una región árabe con mucha historia y su gente tiene mucho arraigo, con una cultura ancestral y una resistencia numantina. Es verdad que se dejaron engañar, pero eso fue por su carácter afable y hospitalario, dejando instalarse entre ellos las avanzadillas de los sionistas. Hubo quien compartió con ellos tierras y otras les fueron vendidas, pero esto no supuso ni el 3% de las tierras, apoderándose de ellas a la fuerza durante unos años antes de 1948 que el Mandato británico hacía la vista gorda. Inclusive el imperio otomano antes de la primera guerra mundial, permitió a muchas familias de nuestros hermanos los judíos, a instalarse en Palestina y en todo el mundo árabe y la misma Turquía, pero eso era natural, ya les habíamos acogido a lo largo de la historia varias veces por oleadas, perseguidos por el racismo europeo, solo hay que mirar el caso de los sefarditas.
Los sionistas saben el poder de esa arma que tienen los palestinos por derecho reconocido universalmente; EL RETORNO. Saben que su Estado caerá sin lugar a dudas cuando se restaure ese derecho, por eso quieren que el pueblo palestino renuncie a ello, también por eso quieren que el mundo les reconozca como Estado judío. Este último deseo es lo más descarado que se conoce, habiéndose declarado que son un Estado democrático. Con eso incurren en una contradicción que solo es superada por la hipocresía de su Madrina.
Retorno, retorno ¡qué bien suena y qué melodía! Es la luz radiante, es el camino a seguir para que nunca jamás Palestina sea un bocado fácil para el sionismo. Ya pueden tener las armas y la fuerza bruta que quieran, pero jamás podrán con el torpedo RETORNO que se dirige inexcusablemente a su línea de flotación. ¡Hundido!
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