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Editorial de PALESTINA HOY 22 de enero de 2013 Por: Abdo Tounsi - TunSol
El mártir Abu Zari, 78 meses de tortura y 50 días en coma acabaron con su vida
Las noticias: “Muere otro preso palestino por torturas / Primera visita de un alto dirigente asiático a Gaza”
“Un preso palestino perdió la vida el lunes tras haber sido torturado en una cárcel del régimen de Israel.”
La noticia no sorprendió a nadie de los que seguían el estado del ex-preso Ashraf Abu Zari que llevaba 50 días en coma profundo, su cuerpo después de seis años y medio en las mazmorras del Estado criminal Israhell, no pudo soportar tantas privaciones y golpes. Le liberaron después de haberle sometido a tortura continuada por negar a aceptar su encarcelamiento y por ser un hombre con alta autoestima y dignidad… luchó por sus derechos como ser humano.
La fascinación de mucha gente, secuaces del sionismo, por la creación de ese Estado de la maldad personalizada, obviando las atrocidades que comete su admirado, se caracteriza en NO PUBLICAR las noticias que muestran la verdadera cara del sionismo y su brazo armado llamado “Israel”. Esta noticia solo viene apenas en un par de diarios, nos sorprende el hecho de que la muerte causada por tortura no se comente y solo nos informan de las elecciones que celebra hoy este Estado infame y del baile del inquilino de la Casa Blanca.
La muerte de Ashraf ese es su nombre de pila (digno, honrado) es una muerte más que se cuelga del cuello de estos matones sionistas y todos sus secuaces. Un joven que se muere por negligencia médica, ya que las autoridades penitenciarias sionistas no le prestaron atención alguna, su muerte se produce a las pocas semanas de ser liberado, como otros según el comité palestino de presos, que añade que hasta el día de hoy hay cientos de prisioneros en las cárceles sionistas en situaciones lamentables de salud, de los cuales cita la muerte de algunos, después de unas semanas de ser liberados como el prisionero: Zoher Labadeh, Zacarías Issa y muchos más.
Las palabras quedan mudas, al recordar que un ser humano con madre, padre, hermanos, familiares y toda una vida por delante, se queda en el camino, porque una secta criminal llamada sionismo quiso someterle a su voluntad y él como digno luchador por la libertad se negó a ello. Ashraf como otros muchos presos es víctima de una sistemática violación de los DDHH, de allí es nuestro deber denunciar a sus verdugos y exigir que sean llevados ante el Tribunal Penal Internacional. Desde esta ventana exhortamos a las organizaciones pro DDHH y a las autoridades judiciales de los países, a poner en marcha un proceso de denuncias y presión social para que estos criminales no queden a salvo de un castigo.
Descanse en paz Ashraf y todos los mártires de Palestina y que sus recuerdos sean para nosotros el aliento que nos empuje a seguir luchando, cada uno por sus medios, para que nunca jamás haya un olvido de ellos o un perdón para sus asesinos.
En referencia a la otra noticia sobre la visita del primer ministro de Malasia a Gaza, solo nos confirma que la muerte de estos valientes mártires no es en vano y la perseverancia en resistir tiene su triunfo, aunque sea muy caro el precio que se paga por la invalorable libertad.
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