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Editorial de PALESTINA HOY 7 de enero de 2013 Por: Abdo Tounsi - TunSol
Las ventajas de llamarse Estado
Las noticias: “Palestina deja de ser una 'Autoridad' y pasa a ser un 'Estado'”
“El presidente palestino Mahmud Abas ha promulgado un decreto que sustituye el nombre de Autoridad Nacional Palestina (ANP) por el de Estado de Palestina, con la introducción de los cambios correspondientes en el escudo y los demás símbolos oficiales, informó hoy la agencia de noticias oficiosa Wafa.”
La denominación es lo de menos, cuando se trata de lo natural reconocido por todos, pero cuando hay usurpación de identidad, el llamarse Estado cobra importancia para la defensa de lo propio ante el intento de borrar a todo un pueblo de la faz de la tierra, como en el caso de Palestina y la trituradora sionista que quiere convertirla en polvo. Pero la resistencia de los palestinos hace que esa entidad milenaria sea una roca en el camino de la maquinaria criminal del sionismo. “No seremos polvo en el olvido de una tormenta, seremos las rocas que se ponen en el camino del sionismo” viene a decir el sentir común de esta resistencia numantina.
Una de las ventajas más importantes de declarar el Estado de Palestina (aunque sea virtual) es afirmar la entidad nacional del pueblo palestino que tanto se le ha negado, reduciéndolo a un puñado de beduinos (árabes) esparcidos por una tierra hostil, que el sionismo prometió convertir en vergel en beneficio de la humanidad, pero para eso ha de ocuparla, usurparla y expulsar a estos infelices beduinos cuanto más lejos de ella mejor. Todo un protocolo y una ideología al servicio del Mal que montó el sionismo en las cavernas del oscurantismo racista de la Europa del siglo XIX, aprovechándose del victimismo y más tarde de la industria del holocausto (explicado en el libro “La industria del Holocausto” de Norman Filkenstein). Recomiendo la lectura del artículo “CUANDO LOS SIONISTAS GRITARON “¡HEIL HITLER!”” publicado en la Revista PALESTINA DIGITAL-ENERO 2013 pagina 70.
La importancia de llamarse Estado de Palestina, consiste en entrar en el juego de las naciones modernas con las mismas condiciones, sin que sea tutelada por nadie, como viene a ser desde que le fue arrebatada la tierra y todo lo que se relaciona con su entidad nacional. Palestina es un término que, desde un punto de vista geográfico, es el nombre que recibe el territorio comprendido, aproximadamente, entre por un lado el mar Mediterráneo y las inmediaciones de la depresión del río Jordán (de oeste a este); y por otro entre algunas zonas del Líbano actual (hasta el río Litani) y algunas zonas del Néguev, sin incluir el Sinaí (de norte a sur) lo que viene a denominarse Palestina la histórica. Realmente es una ventaja que explícitamente reconoce que Palestina solo hay una y por lo tanto el término “Israel” no tiene cabida al ser un sucedáneo y un invento.
Todo a favor y nada en contra, así han de determinarse las cosas cuando se trata de la reivindicación de los derechos naturales de un pueblo, máxime cuando el usurpador de tu tierra tiene los más fuertes resortes del engaño y la manipulación. Palestina es un Estado por derecho natural y ahora por derecho internacional y ha de jugar en primera división e ir ganando terreno en las esferas internacionales, para ir aislando a su verdugo y acabar encerrándole en la jaula de los acusados (Corte Penal Internacional)
Las ventajas no serán bien aprovechadas sin que se conecte todo el sistema neurológico del cuerpo palestino y que su cerebro tome el control, como una única dirección de su destino.
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