CONTRA LA DEMOLICIÓN DE LA ESCUELA DE LAS 3.000 RUEDAS Y DE LA DEPORTACIÓN DE LA COMUNIDAD BEDUINA PALESTINA JAHALIN
A través de este comunicado, la Plataforma Solidaria con Palestina de Valladolid hace pública su más enérgica oposición a los planes de Israel de demoler la Escuela Beduina Palestina de las 3.000 Ruedas y deportar a los miembros de la comunidad beduina Jahalin –unas 2.300 personas- a las cercanías del vertedero de basuras de Jerusalén, un lugar que las propias autoridades israelíes han calificado como totalmente inaceptable para asentamientos humanos.
La comunidad Jahalin, junto con otras agrupaciones beduinas, fue expulsada en 1948 por el Ejército de Israel del Neguev, al sur de la Palestina histórica. Desde entonces reside en el desierto de Cisjordania, en la ruta que conduce desde Jerusalén a Jericó. En total, se calcula que malviven en ese inhóspito lugar de Cisjordania unas 5.000 personas.
Las condiciones de vida son deplorables: infraviviendas y chabolismo sin acceso a los servicios básicos de agua y electricidad, sin apenas medios de vida, carencias sanitarias, altas tasas de mortalidad infantil, mínima escolarización…
En el año 2009, la organización no gubernamental italiana Vento di Terra construyó la Escuela de las 3.000 Ruedas. El complejo –cuatro aulas, una sala de profesores, un patio de juegos y unos servicios- debe su nombre a que se edificó con neumáticos reutilizados rellenos de adobe y siguiendo criterios bioclimáticos.
La puesta en funcionamiento de la Escuela supuso no sólo la posibilidad de escolarizar a casi un centenar de niños y niñas, sino también un revulsivo para una comunidad absolutamente deprimida. El lugar se convirtió en centro social, sanitario, lugar de educación de adultos… Incluso se comenzó un programa de formación de profesorado y ya la comunidad cuenta con su primera profesora beduina, Mariam, todo un símbolo para los Jahalin. A ese primer centro ha seguido otro más, además de una incipiente red de guarderías y una clínica móvil.
El Ejército de Israel ya ha comunicado su intención de demoler esas infraestructuras y de trasladar a los Jahalin a las cercanías del vertedero de Jerusalén. Argumentan insostenibles razones legales y de seguridad. En realidad, el objetivo es continuar robando terreno para la construcción de asentamientos (ya son más de 40.000 los colonos asentados en esa zona), controlar la lucrativa ruta turística que lleva desde Jerusalén hasta el Mar Muerto y, sobre todo, evitar el empoderamiento de la comunidad beduina y, por extensión, del pueblo palestino.
Ann Harrison, directora del Programa para Oriente Medio de Amnistía Internacional, ha calificado estos planes como “un crimen de guerra”, recordando que los miembros de la comunidad están reconocidos como población refugiada por Naciones Unidas.
Desde la Plataforma Solidaria con Palestina de Valladolid exigimos la cancelación inmediata de dichos planes de demolición y deportación. Además, reiteramos la obligatoriedad de Israel de cumplir con el Derecho Internacional, especialmente en lo referente a la retirada de los Territorios Ocupados (resolución 242 de Naciones Unidas), retorno de las personas refugiadas a sus hogares (resolución 194 de Naciones Unidas y artículo 13 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos), la protección de la población civil de las zonas ocupadas por parte de la potencia ocupante (Convención de Ginebra) y la garantía del cumplimiento del derecho de los niños y niñas a la educación (Declaración de los Derechos de la Infancia).
Finalmente, hacemos un llamamiento a los Gobiernos de la comunidad internacional a que obliguen al Estado de Israel a cumplir con el Derecho Internacional, utilizando todos los medios de presión de los que disponen.
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