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Editorial de PALESTINA HOY 16 de mayo de 2012 Por: Abdo Tounsi – TunSol
Al-Nakba, una vergüenza de la humanidad
La noticia: “Palestina pide al mundo que pague su deuda histórica por la Nakba”
En 1947 las NACIONES UNIDAS con el Plan de partición de Palestina, establece una injusticia jamás cometida antes contra todo un pueblo, queriendo reparar una injusticia cometida por los europeos al perseguir y masacrar a una comunidad religiosa de su población, infringiendo todas las leyes universales y violando los derechos ancestrales del pueblo palestino, condenándole a: usurpaciones de sus tierras y casas, matanzas, desalojo, formar parte de la bolsa más grande de refugiados del mundo, persecución, tortura… etc. estableciendo un Estado infame en Palestina histórica. No solo es una deuda material que tiene el mundo con los palestinos y árabes, además, es una deuda moral que ha hecho a la humanidad empequeñecer, ante sus pretendidas aspiraciones a alcanzar una civilización donde los DDHH sean el baluarte del sentido de nuestra existencia sobre este planeta.
Cometer tal injusticia para reparar otra, hace que esta humanidad se debata entre el ser o no ser. Ésta es una cuestión moral que cualquier persona hace suya, al preguntarse el sentido de nuestra convivencia, a lo que nos obliga nuestra naturaleza de perpetuar la especie. Las injusticias hacen tambalear los pilares de nuestras estructuras donde edificamos todo el ser nuestro, por lo tanto es un peligro que acecha a la humanidad en su totalidad, máxime si estas injusticias se cometen contra colectivos o pueblos. Para impartir justicia o para aplicar una justicia, para quién sufrió una injusticia, no puede pasar por condenar a otro a la misma injusticia, es inmoral.
Palestinos en particular y todos los árabes en general exigimos y con todo el derecho a ello, que se restablezcan los derechos ancestrales del pueblo palestino sobre Palestina histórica, que le fue arrebatado en un momento de mala conciencia de Occidente, ante la barbaridad que cometieron contra una parte de su población, declarando la partición de una tierra que desde miles de años fue para todos sus habitantes, pertenecientes a cualquier: religión, clan, etnia… Porque esta tierra como parte del mundo más viejo, arrastra en su historia multicolor de civilizaciones y religiones que marcaron el carácter abierto y conciliador de su población a lo largo de los siglos, hasta que vinieron desde lejos a imponer un Estado y un pensamiento racista criminal llamado sionismo, alentado por la mala conciencia que arrastra Europa desde siglos por perseguir al diferente.
Me comentaba y se preguntaba ayer día de Al-Nakba en la puerta del Sol en Madrid una persona de mediana edad, “¡¿Qué culpa tienen los palestinos de lo que se hizo en Alemania contra los judíos?!” Reafirmando después diciendo “Todos somos culpables de esta injusticia, que hay que reparar por todos los países del mundo” Desde luego, razón no le puede faltar a este buen señor, reconociendo como parte de la humanidad su culpabilidad en permitir que siga la situación de desamparo del pueblo palestino. Siento a su conciencia y la de todas las mujeres y todos los hombres libres de buena voluntad gritar TODOS SOMOS PALESTINOS.
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