Mundo - Cultura y Espectáculos – Tecnología – Salud – Ciencia – Educación– Sociedad
Editorial de PALESTINA HOY 6 de mayo de 2012 Por: Abdo Tounsi – TunSol
Bajarse al infierno para subir al cielo
La noticia: “Diez de los al menos 1.600 presos palestinos en huelga de hambre en las cárceles israelíes están hospitalizados, mientras Amnistía Internacional advierte del riesgo para las vidas de dos reclusos que llevan 67 días sin comer”
Los presos palestinos en huelga de hambre algunos a punto de entrar en coma, están dando a este mundo cruel y salvaje un ejemplo de DIGNIDAD que debería hacernos a todos los seres de este planeta sonrojar por dentro y por fuera. Su tenacidad, pidiendo sus derechos como seres humanos, es el tormento que azota las conciencias en su estado de dormidera ajena al sufrimiento de seres humanos, que han elegido la muerte con dignidad, a vivir sin ella.
Todos los seres humanos sabemos cómo es pasar hambre o tenerla en un momento dado, imaginar que una persona elige pasar hambre voluntariamente, es impensable en circunstancias normales, pero en el caso de los presos políticos palestinos en las cárceles del Estado sionista, se convierte en imperativo, por muchas razones y sobre todas ellas su derecho a una vida digna, una vida que la POTENCIA OCUPANTE les ha robado, en primer lugar cuando les ha encarcelado bajo la fórmula de DETENCIÓN ADMINISTRATIVA y después al someterles a un régimen carcelario que les convierte en fantasmas de su propia imagen desoladora y lamentable, tanto física como psíquicamente.
Bajarse al infierno dejando de comer voluntariamente, hace que estos presos suban al cielo de la heroicidad y muevan el templo de acero de todas las potencias del MAL a su paso. Dejar que un grupo de desaprensivos anti-natura (sionistas) por mucho poder económico y militar que tengan, sometan a la humanidad a una humillación en la persona del pueblo palestino, refleja hasta qué punto la civilización ha dejado de serlo y se ha convertido en un mundo de tierra de sálvese quien pueda.
Es tiempo de quitarse las capas de los miedos como lo han hecho estos héroes presos y lanzarse a subir con ellos al cielo de la DIGNIDAD, abandonando el fango de la vergüenza que nos cubre a todos. Nuestra dignidad como persona está robada, maltratada, usurpada, torturada al igual que Palestina y su pueblo. Mientras siga la injusticia que padece el pueblo palestino, la humanidad no puede presumir de ningún ápice de civilización… habría que estudiar el porqué de esta situación anómala, si es fruto de una decadencia del ser humano o simplemente una situación coyuntural que pronto la humanidad dejará atrás y abrazará de lleno a la madre de todas las madres de nuestra existencia: “LA DIGNIDAD”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario