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Editorial de PALESTINA HOY 27 de mayo de 2012 Por: Abdo Tounsi – TunSol
Palestino: “Mi vida es una tragedia, nací y me crié en un campo de refugiados”
“El doctor Izzeldin Abuelaish mira de frente cuando habla. Con vehemencia y convicción reclama paz y libertad para Palestina, pero sus ojos negros se apagan y se llenan de lágrimas cuando habla de la tragedia que le arrebató a tres hijas adolescentes. Ni aun así baja la mirada; no tiene pudor en mostrar sus lágrimas. En una entrevista exclusiva con Clarín, de visita en Buenos Aires, responde cada pregunta con una sentencia. Frases fuertes y planteos intensos. “Mi vida es una tragedia, nací y me crié en un campo de refugiados””
No es fácil ser hijo, hija, padre, madre, abuelo, abuela… en definitiva ser palestino bajo la ocupación sionista y la conjura de medio mundo contra ti… Eso debe pensar y sentir cualquier persona, que con un mínimo sentido de humanidad al ver y escuchar las tragedias de este pueblo hermano, al que le tocó pagar por el pecado de unos desaprensivos europeos que por su fanatismo religioso crearon una tragedia para un colectivo de su población y cuando quisieron aplicar una penitencia, solo se les ocurrió cometer otra contra todo un pueblo.
La historia del doctor Izzeldin Abuelaish que perdió sus tres hijas en un bombardeo del ejército sionista a Gaza el 16 de enero de 2009 a las 16.45, muestra la magnitud del infortunio de los palestinos. Una bomba cayó sobre la habitación en la que se encontraban sus hijas y una sobrina, Bessan, Aya y Mayar murieron despedazadas por el estallido. Dice que tiene derecho a odiar pero él elige la opción de NO ODIAR… Es admirable la fortaleza de sentimientos humanos, que vienen demostrando los palestinos a lo largo de su tragedia; cada vez que hay un rayo de esperanza para la PAZ se lanzan a ella con todas sus fuerzas, queriendo la vida antes que la muerte, dejando que afluya de dentro de ellos la humanidad y el amor, pero siempre tropiezan con la sinrazón del sionismo.
La muerte, la destrucción, la desesperanza… hacen mella en cualquier persona que las sufra, generando despecho hacia tu verdugo, pero el doctor Izzeldin Abuelaish, dice “El odio no sirve porque cuando empiezas a odiar a alguien, te vuelves ciego, no sabes que hacer, es un veneno, pierdes el control” ¡Grandioso!... Estas historias y estos sentimientos deberían ser enseñados en las escuelas del Estado sionista, en vez de enseñar a odiar y a menospreciar al ser humano, porque es diferente a ellos en religión o pensamiento. El día que estos sentimientos lleguen a la población adormecida del Estado sionista, dejará de ser un Estado racista y criminal… pero antes ha de haber una conciencia colectiva sobre el mal que genera el sionismo y su pensamiento enfermo de racismo y odio.
Sentir y pensar van unidos y determinan una acción o una actitud, las nuestras son de no quedar callados ante tales atrocidades y tragedias. Denunciarlos es deber de cada uno de nosotros, no podemos dejar que a otros seres humanos se les asesine por el capricho del MAL, al haber sido el eslabón más débil en un momento dado… no podemos ser corderitos esperando el turno a ser las próximas victimas… rebelarnos ante las injusticias es sagrado en nuestras leyes de nuestra carta magna de LA DIGNIDAD HUMANA.
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