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Editorial de PALESTINA HOY 23 de julio de 2012 Por: Abdo Tounsi - TunSol
El aislamiento de un Estado encaracolado
Las noticias: “Israel se encierra en sus propios muros”
“Israel sigue construyendo muros y vallas a lo largo de prácticamente cada una de sus fronteras. Analistas sostienen que sus políticas aislacionistas y su falta de disposición a tratar con los palestinos y otros vecinos árabes, a través de algo que no sean métodos coercitivos presagian un desastre” Análisis de Jillian Kestler-D'Amours
A más encerramiento, más enfermedades de todo tipo y sobre todo las psicológicas que harán de ese Estado una leche cortada y putrefacta… el aislamiento de alguien; que se aísla o lo aíslan socialmente, produce en su comportamiento y cerebro cambio para mal como la enfermedad de DIÓGENES (abandono de la higiene personal, llegando a acumular cantidades increíbles de basura en toda la casa) Y la única posibilidad para proteger la salud de los vecinos y el entorno, es llamar a los servicios de limpieza pública para proceder a limpiar la casa y llevar al enfermo a un centro psiquiátrico. Otra de las enfermedades psicológicas que sufre este Estado con ese aislamiento, es la manía persecutoria (todos quieren matarme o hacerme daño y me persiguen) que en el caso del Estado sionista llega a ser muy peligrosa, porque no se limita solo a tener miedo sino que transforma ese miedo imaginario e inventado en una excusa para agredir a sus vecinos.
No es un caso normal que en pleno siglo XXI un Estado se aísle con muralla de la Edad Media, es ridículo, nadie puede poner puertas al campo… o es que podrán detener el aire proveniente de fuera de ese muro y fabricarán su propio aire, su lluvia, su sol… queriendo ser diferente de los demás les viene de su educación sionista desde pequeños que les enseña que son diferentes y superiores a los demás, pero se tropiezan con la realidad… He aquí un testimonio de una escritora nacida en este Estado artificial llamado Israel:
MÁS ALLÁ DE LAS LEALTADES TRIBALES “El libro está editado por Abigail Abarbanel, una psicoterapeuta residente en el Reino Unido. Nacida en Israel en 1964, Abarbanel se crió en una familia abusadora y estuvo -como la mayoría de los israelíes- completamente ciega ante los palestinos y su sufrimiento. En cambio, el tema omnipresente era el sufrimiento judío. Durante sus años escolares el temor a otro holocausto se "planteó y debatió en repetidas ocasiones" y “le enseñaron que todo el mundo, incluidos los árabes, nos odiaban por el hecho de ser judíos”. A pesar de que los palestinos constituyen una quinta parte de la población de Israel, ella nunca entendió quiénes eran, y recuerda: Estaba resentida con los países árabes que nos rodean y con nuestro "enemigo interno" -o la "quinta columna" como se llama a los ciudadanos palestinos de Israel-, y pensaba que querían "arrojarnos al mar". Estaba resentida con el mundo que parecía no entendernos, que estaba contra nosotros todo el tiempo y que la única razón era nuestro judaísmo. Yo no entendía por qué "ellos" no podían dejarnos en paz. Pensé que la razón de nuestro sufrimiento, la ansiedad y la inseguridad estaban fuera de Israel. Como todos los demás tenía endurecido mi interior, acosado e inseguro” LA LOCURA DE ISRAEL "El hecho de que los judíos vivan con seguridad en todas partes y no sean perseguidos se hace incómodo para Israel. El estado mismo que se creó para salvar a los judíos de la persecución ahora necesita que sean perseguidos de nuevo para que pueda seguir existiendo. La escalada de la limpieza étnica de los palestinos es uno de los medios para lograr este fin. Los palestinos, que están tratando desesperadamente de comprender lo que les ha sucedido, se encuentran atrapados en esta locura y son víctimas de ella. No es por ser quienes son o por algo que hicieran por lo que están sufriendo. Es porque han tenido la desgracia de vivir en la tierra que un movimiento sionista neurótico decidió tomar para sí mismo sin importar el costo". Abigail Abarbanel
Su aislamiento y su acaracolado le llevarán a la muerte segura por tantas enfermedades psicológicas… nadie puede sobrevivir a una situación como esa. Hace falta que los ciudadanos de ese Estado artificial se den cuenta de ello y salven los muebles, reconociendo los derechos del pueblo palestino y formen un Estado auténtico y verdadero entre todos los habitantes de Palestina histórica.
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